Rolando Toro

Biografía

Rolando Toro, creador de la Biodanza nació en Concepción (Chile) el 19 de abril de 1924; falleció en Santiago (Chile) el 16 de febrero a los 85 años de edad.

Rolando Toro se define a sí mismo como poeta. Fue psicólogo, antropólogo y poeta y dejó como legado un sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de vida conocido con el nombre de «biodanza».

Docente del Centro de Antropología Médica y realizó investigaciones sobre la Expresión del Inconsciente y sobre los Estados de Expansión de la Conciencia. Entre los años 1968 y 1973 inició sus experiencias con Biodanza (llamada en este período Psicodanza). Aplicó este sistema mientras trabajaba con pacientes en el Hospital Psiquiátrico de Santiago y en el Instituto de Estética de la Universidad Católica de Chile. Observó que ciertas melodías conseguían cambiar el estado de ánimo y la salud de ciertos pacientes y comenzó sus investigaciones en este área. Os dejo con esta fabulosa entrevista en «La belleza de pensar», donde explica cómo nació la biodanza y en qué consiste.

Fue nominado al premio Nobel de la Paz en 2002. Ha vivido en varios países como Brasil, Chile, Argentina y Europa y fue presidente de la International Biocentric Foundation (IBF), entidad que sigue coordinando la actividad del Sistema Biodanza en el mundo.

Rolando Toro, utilizó la música y el baile para integrar cinco funciones fundamentales de una persona: vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia. A lo largo de nuestras vidas todos desarrollamos estas funciones. Sin embargo, muchas personas «refuerzan algunas de ellas a expensas de las otras y rara vez expresan la totalidad de sus potencialidades, debido a los obstáculos encontrados en la expresión originaria de las mismas. La biodanza trabaja estimulando las funciones poco desarrolladas para poder integrarlas en toda su plenitud y armonizarlas con las otras.»

En los talleres de biodanza, se danza en solitario, en pareja o en grupo para explorar diversos aspectos del ser y descubrir algo nuevo sobre uno mismo.

Hoy en día existen más de 200 escuelas y más de 5.000 profesores por todo el mundo, y miles de biodazantes.

PREGUNTAS FRECUENTES

Biodanza

La Biodanza es un sistema que reintegra a los seres humanos para vivir la vida plenamente, con toda su intensidad. A través de los siglos, hemos ido reduciendo cosas fundamentales para una vida feliz: respirar, caminar, comunicar nuestras emociones y sentimientos, compartir, amar, es decir, nos olvidamos de sentir.

Entonces, la Biodanza tan solo necesita despertar esas funciones innatas del ser humano, que están casi totalmente reprimidas en nuestra civilización, en nuestra escala de valores.

Para esto, utilizamos una metodología simple, pero sofisticada y efectiva, que facilita la conexión de cada uno consigo mismo (sus necesidades, sus deseos), con los semejantes (amigos, familiares, compañeros, vecinos), y con el universo (el entorno inmediato y más aún). Y es indispensable que estos tres niveles de comunicación estén integrados.

Es un proceso, que se inicia a nivel de movimiento, relacionando todo nuestro cuerpo: brazos, tronco, cabeza, piernas. Es muy frecuente encontrar una diferencia de movilidad y de expresividad corporal entre la parte superior y la inferior de nuestro físico, que corresponden con actitudes existenciales divergentes.

Luego buscamos la integración entre lo afectivo y el movimiento: nuestros actos deben tener un contenido afectivo, una dimensión emocional. Sentir una cosa, pero hacer otra, incluso contradictoria, sin coherencia existencial, es algo muy frecuente en nuestra sociedad, que provoca graves consecuencias por la falta de eficacia de esos actos, e incluso a nivel de salud física y mental.

La Biodanza va más allá de la integración motriz y afectivo-motora: se trabaja específicamente la integración con los semejantes y la acción grupal, favoreciendo la aparición de vínculos sinceros. Los participantes desarrollan la empatía, la solidaridad, y la capacidad de abrir su vida a otras personas, en un abanico cada vez más amplio. Es decir, que se integran las diferencias entre los individuos para hacer más rica la vida, poder compartir, al mismo tiempo respetando la libertad y la identidad de cada uno.

La Biodanza facilita que las personas puedan desarrollar en sus vidas relaciones de amistad y de todas formas de amor (padres, hijos, hermanos, enamorados), creando una nueva sensibilidad frente a los demás.

Las ideologías predominantes en la actualidad son de tipo individualista, que favorecen relaciones competitivas, discriminatorias y agresivas, en breve, patológicas desde una visión humanista. Trabajamos para recuperar las relaciones donde prevalezca el cuidado y la ternura.

La Biodanza es un trabajo de evolución progresivo, en el cual, poco a poco, los participantes van encontrando un nuevo sentido a su vida, una nueva escala de valores, en concordancia con su propia esencia. Reconocen con más claridad que es lo que quieren en su vida, y se encaminan hacia ello. Revalorizan la vida, y la maravilla que habita en cada uno de nosotros, y en nuestros semejantes. Cada uno comienza a hacer modificaciones en sus elecciones vitales (con quien está, qué hace, donde vive). Y a su vez, se convierte en un agente de salud y paz: con su mirar, su sonrisa, su ternura, va modificando, en forma contagiosa, a las personas que la rodean, en su trabajo, en sus círculos sociales

Una vez que se logra la integración motriz y afectiva, y se eliminan disociaciones, se puede seguir desarrollando las potenciales innatos que todos tenemos. Por ejemplo, el potenciales de renovación biológica: las personas no solo alcanzan niveles más elevados de salud, sino que se produce un cambio a nivel estético, por la armonía de sus movimientos, de sus gestos, de sus actitudes y posturas, así como de la forma de mirar. También se aumenta el potencial creativo, a nivel de los actos cotidianos, a nivel de nuevos planes de vida, e incluso a nivel artístico. Brevemente, podemos decir que aumenta su capacidad de amor, su coraje y asertividad para actuar, su cuidado por el medio ambiente.

No. En Biodanza, cada uno toma en sus manos su propio proceso evolutivo. Creemos que cada uno debe conectar con su esencia, y con las características que le son propias, y lo diferencian de todos los demás, y a partir de allí, sabrá lo que debe hacer en cada momento, sin direcciones externas.

Cuando se consigue la conexión con uno mismo, también se refuerza la autoimagen y la autoestima. Se reducen los excesos de confort y seguridad a lo necesario, reduciendo el ego a una expresión saludable, y reforzando los vínculos en torno a los semejantes y al medio ambiente. Entendemos que la Identidad de cada uno se manifiesta (diría en forma poética, que se ilumina) y se desarrolla frente a la Identidad del otro.

Biodanza es una búsqueda permanente de armonía en acción, en movimiento, en equilibrio, en relación con los otros.

Podemos ver la aparición de la Biodanza como una expresión de los movimientos holísticos, ecológicos, de lucha por los derechos humanos, que de variadas formas están promoviendo un salto evolutivo en el ser humano.

Nuestra tecnología nos permite actuar sobre la Naturaleza, crear espacios de confort, enviar satélites al espacio. Pero todavía nuestra afectividad está, comparativamente, en la Edad de Piedra. Hemos avanzado poco para evitar el sufrimiento existencial, el que se produce por la acción entre los seres humanos, enceguecidos por la competencia y el poder, por las relaciones sin afecto.

Biodanza tiene herramientas muy efectivas, que ya han producido cambios significativos en miles de personas en todo tipo de ambiente social, étnico y geográfico.

En España, tenemos Escuelas de Formación para profesores de Biodanza desde 1992, en Madrid, Barcelona, Valencia, Vitoria, Islas Canarias…

Las personas que practican Biodanza están estimuladas por el coraje de vivir y la capacidad de amar.